Las ciudades ahora tendrán que adaptarse a sus entornos naturales y no al contrario.
Su aplicación en la arquitectura toma mayor relevancia hoy en día cuando pensamos en cuidar el planeta a través de diferentes alternativas. Conózcalas a continuación.
Desde el siglo V a.C los griegos ya contaban con estructuras arquitectónicas pensadas para aprovechar los recursos naturales como la luz solar y el viento. Estos diseños fueron la primera aproximación al concepto bioclimático, que en la actualidad es usado en edificaciones que utilizan los recursos naturales disponibles para su funcionamiento.
Las energías renovables se destacan por ser fuentes inagotables, limpias y disponibles en casi cualquier parte del mundo. En la actualidad, expertos como Sebastián Monsalve Gómez, director de Cauce Arquitectura del Paisaje, coinciden en que la implementación de este tipo de energías se ha convertido en una necesidad más que en una tendencia, “debido al mal uso que hemos hechos los seres humanos de los recursos naturales, el calentamiento global y el crecimiento demográfico indiscriminado”, lo que nos lleva a buscar opciones que puedan reemplazar el uso de combustibles fósiles contaminantes y productores de gases de efecto invernadero.
De esta manera se destacan diferentes alternativas renovables aplicadas a la arquitectura, que hoy en día ya son usadas con éxito especialmente en Europa donde, según Sandbag Climate Campaign (CIC), este año por primera vez superaron el uso de los combustibles fósiles, generando el 40% de la energía que abastece los hogares en 27 países del continente europeo.
Paneles solares
En la arquitectura actual este es uno de los recursos usados y que va en sintonía con la idea de generar el menor impacto posible sobre el medioambiente, ya que además de brindar una estética moderna también permite generar energía a las edificaciones por medio de celdas fotovoltaicas que convierten la luz solar en electricidad, de forma que pueda ser muy bien aprovechada.
Una de las razones por las que, a pesar de sus ventajas, los paneles solares no se ha implementado en los países de nuestra región con la misma rapidez que en otros lugares es su costo, como lo explica Juan Enrique Torres Madrigal, ingeniero electricista de la Universidad Nacional para quien “ todavía existe una brecha muy grande en el costo de un kilovatio producido a través de energía hidráulica, en comparación con el costo de importar este tipo de celdas, sumado al alto valor económico de generar un kilovatio a través de paneles solares”.
Cargadores de carros eléctricos
Los vehículos eléctricos e híbridos son una tendencia creciente y Colombia lo ha demostrado con un aumento en las ventas de este tipo de automóviles en el primer semestre del 2020 que supera el 83% respecto al mismo periodo del año anterior, según un informe de la Andi y Fenalco, por lo que cada vez es más común ver viviendas diseñadas o modificadas para contar con estaciones de carga para carros eléctricos.
Según explica Gabriel Jaime López Jiménez, docente investigador de la UPB, existen empresas que ya han impulsado el desarrollo y la fabricación local de este tipo de tecnologías, por lo que para él “la masificación de los vehículos eléctricos debe ir de la mano con el crecimiento de la infraestructura para que estos carros, motos y camionetas puedan operar adecuadamente”.
Dispositivos de ahorro de energía
El propósito principal de las energías renovables de impactar positivamente al planeta pierde sentido si no va de la mano con un consumo eléctrico responsable y eficiente desde las viviendas. Es allí donde toman relevancia los dispositivos inteligentes instalados en las casas, que permiten tener el control de las funcionalidades del hogar como los sistemas de climatización, la intensidad de las luces, alarmas con sensores de presencia, el riego automático del jardín, entre otros que tienen la capacidad de detectar consumos inadecuados y regularlos para generar un ahorro de energía significativo.
Colombia firmó en 2015 un tratado con la ONU que establece los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con 17 puntos que comprometen a los gobiernos a implementar medidas claras que permitan enfatizar la lucha contra el cambio climático, con la meta de generar transformaciones sostenibles y duraderas a 2030. Dentro de estos objetivos se destaca asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y modernas para todos.
Los especialistas coinciden en que países como Colombia tienen el privilegio de contar con una gran variedad y cantidad de recursos hídricos y de lugares que favorecen la implementación eólica, que sumado a un compromiso con el aprovechamiento de otras fuentes de energía como la biomasa, se establecen como otros de los grandes retos de la arquitectura de cara a las energías renovables.
“Desde la arquitectura también debemos generar un cambio en la manera de habitar los espacios y una transformación cultural hacia la protección de nuestros recursos naturales”, Sebastián Monsalve Gómez, director de Cauce Arquitectura del Paisaje.