Hablamos con el diseñador David del Valle, cabeza creativa de Tu Taller Design, encargado del mobiliario del pabellón colombiano en la Exposición Universal de Dubái.
Las exposiciones universales se hacen desde mediados del siglo XIX como una ventana a las culturas del mundo y el futuro de la humanidad. Fue en una de ellas que los franceses decidieron construir la Torre Eiffel y aún hoy son punto de encuentro de ideas y culturas de todo el mundo.
La que estaba programada para el 2020, se realizó este año en Dubái con la participación de 191 países y 15 empresas y organizaciones internacionales. “Eran 4 km2, imposible de recorrer”, cuenta David del Valle, encargado con su firma Tu Taller Design del diseño del mobiliario del pabellón colombiano. David, además, tuvo la oportunidad de participar en una muestra solicitada por la embajada de los Emiratos Árabes sobre diseño colombiano. Una experiencia que le permitió sorprenderse con las ideas en desarrollo y tendencias mundiales que compartió con nosotros en un intercambio de preguntas.
¿Cómo fue la experiencia?
Fue más sorprendente de lo que me imaginé. Iba a hacer lo que siempre hago y es un universo. Me llamó mucho la atención que, en general en Colombia, la gente no sabía dónde estábamos ni dimensionaba qué estábamos haciendo, y en realidad es el evento comercial más importante del mundo. Aquí estamos viendo cuál es el futuro de los edificios sostenibles y generativos, tecnologías que siempre hemos soñado, pero no habíamos visto aplicadas y Colombia está super bien ubicado en el corredor de los Emiratos Árabes, China, Noruega y Arabia Saudita. El plan de estar allí es muy claro, porque el mercado de consumo de carne, flores, café y productos de valor agregado que está queriendo abrir los Emiratos, apunta a Latinoamérica, no a Europa. Las compras y las empresas que están creciendo gracias a eso son impresionantes.
¿Cómo fue su participación?
A Tu taller, que es la empresa de mobiliario, la convocaron para hacer el mobiliario de la entrada al pabellón. Ahí la gente llegaba, se sentaba, tomaba algo y se quedaba, que no es lo normal, porque los pabellones son para recorrer, pero lo curioso de Colombia es que la gente se quedaba. A la par, la embajada en Abu Dabi solicitó unos recursos a la cancillería colombiana para hacer unas exhibiciones, de diseño y arte, que hice yo, y otras de gastronomía, baile, pintura y escultura, de esta última estuvo encargado Fernando Botero, que va a asistir a la feria y su escultura ya está en exhibición. Es muy disruptiva, aunque para nosotros es paisaje, ver en los Emiratos una mujer robusta, negra y desnuda es impactante para la gente, lo que puede verse como positivo o negativo, pero para mí es más la primera.
Yo hice una pieza especial que se basa en la cultura islámica, creamos un majlis, que para ellos es muy importante. Se trata de un espacio especial alrededor de una mesa y cinco sillas, normalmente, donde se sientan los hombres a tomar decisiones. El diseño que hice fue basado en el diseño precolombino minimalista, que es la línea de investigación que seguimos (…) Adicional, quisimos hacerlo en un tejido que estuviera acorde al lugar y trabajamos tejidos como el yaré con cobre, que nadie lo había trabajado. La pieza adquirió un valor más de joya, de colección.
La exposición iba a durar hasta el 9 de noviembre, pero coincidió con al Dubai Design Week y gracias a Procolombia, hicimos una pop up en un café en el distrito de diseño, nos fuimos con las piezas para allá e hicimos una exhibición alterna.
Fue una oportunidad única porque Colombia siempre que hacía un pabellón, compraba las sillas, pero esta fue la primera vez que amuebla el 100% del pabellón con productos colombianos, eso nos permite hacer proyectos y conseguir negocios, oportunidades, además, se viste único el país.
¿Cómo es el recorrido del evento?
“Ya Rusia y Corea están compitiendo por la próxima. Es imposible recorrerlas, son 4 km2, pero sí tuve la oportunidad de ir a los países que considero que van más adelante en términos tecnológicos y de productos. Como constante vi que todos están muy orgullosos de sus culturas, creo que normalmente todo el mundo habla de números, datos, pero la muestra cultural es lo más atractivo para ofrecer una experiencia”.
¿Por qué ese interés en Latinoamérica?
“Es porque ellos han tenido conflictos con Europa por mucho tiempo, hacen buenas transacciones, pero son incómodas, mientras que con Latinoamérica fluyen mucho. Somos países de negociaciones, no de migrantes, y para ellos tenemos muchos atractivos”.
¿No es complicada la logística?
“Ellos ya piden mensualmente quinientas toneladas de carne en un vuelo Bogotá, con escala en Europa, para llegar a Dubái. La idea del Gobierno es crear Bogotá – Dubái directo en carga porque la distancia no es muy grande. En términos marítimos no es tan sencillo en este momento por el tema de los contenedores, pero en teoría no es tan complicado. En vuelos de carga, se pueden poner productos allí en una semana”.
¿Cómo es esa relación del diseño con el arte?
“Se trata de entender la cultura y materializarla en una pieza que puede ser muy escultórica, pero se vuelve de diseño cuando adquiere función. Para mí es muy importante, independientemente de la parte artística, que las piezas puedan funcionar. Yo soy de los que dicen que el arte debería usarse y en el mundo, el diseño ya se está vendiendo como arte. Ya hay galerías de arte de diseñadores como Kreo o Friedman Benda en Nueva York, galerías que contratan a diseñadores para crear piezas únicas de series de no más de diez repeticiones. Eso me gusta, porque pienso que no necesariamente el diseño tiene que ser masivo, hay una preconcepción de que todo tiene que ser serializado y creo que también se pueden hacer series limitadas, dirigidas”.
¿Qué trajiste de inspiraciones?
Más que todo información, por ejemplo, los avances del Hyperloop. Es el sistema de transporte masivo más rápido del mundo. Poder conocer el mobiliario y el interiorismo es adelantarme unos años a lo que se viene en términos de desarrollo de mobiliario y objetos. El Hyperloop es como un tubo que va por el mar, como el internet, dentro del tubo no hay aire, hay vacío, el avión cuando vuela va en contra del aire y tiene que luchar contra ella, pero si uno está en el vacío, la velocidad aumenta. Ya están haciendo pruebas Washington – Nueva York en quince minutos. Pude meterme a la cabina del Hyperloop y ver las tecnologías estadounidenses en el espacio. Toda esta información hace que uno empiece a hacer más prospectiva.
¿Le ves aplicabilidad a estas ideas en Colombia?
Por supuesto. Aquí también tenemos sistemas de transporte masivo y sería interesante conectar el diseño con su desarrollo. El diseño tiene la capacidad de trabajar en piezas únicas o escalar para prestar un servicio, con desarrollo local. Está bien importar, pero sería más beneficioso trabajar con el talento local.